Ambra Nobile, creada por Marie Duchène en 2010, se inicia con cítricos un tanto verdes, por el nerolí y la bergamota, que le dan un carácter alegre y que junto al acento suavemente atalcado le hace parecer arrastrar sus notas hacia el azhahar, que abre paso al ámbar en toda su rotundidad, en su capacidad expansiva del aroma, envuelto en ládano con un toque de patchulí dándole aún más cuerpo al conjunto.
En la salida ya ha aparecido, como un lento sottovoce, un aroma añejo que más adelante tiende hacia la menta o regaliz, consiguiendo que toda la evolución se mantenga fresca y limpia y creando una sofisticada elegancia de antiguo perfume, en el que todo se mueve en un ritmo de calma reflejando una gran armonía.
Sobre las notas de fondo el vetiver y la haba tonka dan una personalidad profunda al ámbar, que de puro cristalino le es difícil conservar su pureza, cosa que consigue al unirse al sándalo y al cedro conservando cierto aire de inocencia a pesar de la fuerte presencia que tiene Ambra Nobile.
Renovación y clasicismo en el que se aúnan lo frío y lo caliente, lo nuevo y lo viejo, lo efímero y lo eterno. Usarlo es un placer dulce y amigable en el que lo contradictorio queda equilibrado en una opulencia exquisita y vibrante.