Una tola es un frasco para perfumes muy usado en el mundo árabe. Generalmente es de pequeñas dimensiones, unos 12 ml, porque en ellos se guarda mukhallat, mezcla de varios aceites altamente concentrados. Pueden estar adornadas en uno o varios colores, plateadas o doradas desde las más modestas y sencillas de vidrio hasta las más ostentosas de oro y cristal, adornadas con piedras preciosas, lo más recargado y suntuoso del estilo árabe.
Andaba por un pueblo buscando un lugar donde comprar menta fresca y té verde chino para hacerme un té, cuando al pasar por delante de una pequeña carniceria islámica vi que anunciaban solomillo a 15 € el kg. Atravesé un grupo de unos ocho hombres que ocupaban la puerta de la tienda. Naturalmente compré el solomillo que me pareció exactamente el mismo que vendían en cualquier otro tipo de establecimiento. En otras tiendas habia llegado a verlo a 45 € el kg.
Sobre el mostrador, en una pequeña caja de cartón de aspecto viejo, usado, y sin ninguna marca que facilitara la identificación del producto, vi unos frasquitos que llamaron de nuevo mi atención.
-¿ Qué son?-pregunté.
-Una cosa que no vale nada, un euro- contestó tratando de distraer mi indisimulada curiosidad.
Pusé uno al lado del paquete de los filetes mientras, cobrándome, su cara expresaba apuro y fastidio a la vez que un murmullo de voces se elevaba desde la puerta del establecimiento. Le pregunté por qué se estaban alborotando pues notaba que hablaban acerca de algo relacionado conmigo. Me dijo que comentaban que al menos debería haberme pedido 8 € por la tola.
Yo estaba contenta. ya había destapado la botellita, abrí el frasquito y me pasé el roll-on varias veces por el antebrazo lo que hizo aumentar el volumen de las voces.
-¡ Qué bien huele!- exclamé, mientras el grupo de hombres se echaba las manos a la cabeza y hablaba aun más fuerte.
-¿ Qué dicen ahora?
-Que te estas poniendo mucho.
Ignoré su respuesta y apartando la nariz de mi brazo pregunté:
-¿ Qué es?-
-Audh
-¿ Cómo?
-Oud- dijo el carnicero divertido con la situación que se había originado.
-Ah, «ud»- contesté en cuanto entendí foneticamente está palabra nueva.
-¿ Qué significa «ud»?
-Olor- respondió sonriendo.
Dí las gracias y salí encantada con mi nueva adquisición.
A veces confundimos el precio de una cosa con su calidad y la satisfacción que puede proporcionarnos.
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Moltíssimes vegades no té res a veure la qualitat, amb la satisfacció, i el preu de les coses. Tanmateix els humans tenim la mania de relacionar-ho tot amb els diners…Així ens va!!!
Les grans meravelles no acostumen a tenir preu, com aquests escrits, de gran sensibilitat.
Per cert i parlant de perfums, i del Marroc:
Has provat l’olor saharienne d’Yves Saint Laurent?
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Gracias Pilar. Siento el retraso en contestarte. Lo decía Machado: » el necio confunde valor y precio», y el dinero no es la medida de todas las cosas.
No conozco Sahariennne pero en cuanto pueda lo huelo y te comento algo.
Me ha gustado mucho tu blog, http://pilarduocastella.blogspot.com.es/ , en el que es más que evidente tu gran sensibilidad y corrección en la escritura.
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