Ninfeo Mio, la hesperia del este

Este perfume creado por Isabelle Doyen, tiene el sello de la marca de Annick Goutal . Se caracteriza por la delicadeza, la cuidada composición y una presencia correcta de sensibilidad exquisita. Para la creación de este perfume, a partir de una idea del Jardín de las Hespérides, situados por los historiadores clásicos en las penínsulas Itálica, Ibérica y Norte de África,  Isabelle Doyen acabó por encontrar la «pieza» que le faltaba tras la visita a un romántico jardín romano, el Jardín de la Ninfa. Experiencia que, los que hemos trabajado en cualquier faceta del arte, hemos vivido. Tenemos parte de una obra muy avanzada y no acabamos de ver la salida hasta que en el momento menos pensado aparece aquello que nos permite finalizarla.

En las notas altas domina lo verde, petitgrain o naranjo amargo, y gálbano, una nota herbal fuerte, y sobre todo los cítricos, en una gama muy variada; limón, lima y bergamota, ácido-dulce, ácido-astringente y ácido-fresco respectivamente, en la cual ya se intuye la nota de coco en una medida que, sin dominar, no está por encima de las demás notas, dándole una textura de dulzura glaseada. Esta salida de una manera suave se mantendrá hasta el final de la evolución en una discreta persistencia. Es el Hedione que, además de redondear la composición, aporta la nota de higo que le da una gran calidez.

Al llegar a las notas medias se desarrollan más las variedades verdes, desde la lavanda, que reforzará las notas cítricas de la lima y la naranja amarga, hierbas aromáticas y algo de olor a huerto, a tomateras,  más la resina de lentisco, recuerda el olor de bosque mediterráneo en verano musgo seco. Cumarina, de tonos ligeramente almendrados, que añaden efecto lactónico a Ninfeo Mio. Hojas de parra y de limonero. Todo construye un acorde verde notablemente creativo, de efecto húmedo, fresco y balsámico.
En la fase final, una original madera de limón, del olor que resulta de quemar una ramita de madera de limonero como si fuera incienso,  y pino mediterráneo, que junto al coco, que ya se adivinaba al inicio completa el ciclo de la evolución en un constante efecto lactónico, por las notas frutales y lechosas del Hedione. Algunos almizcles suavizan el conjunto reforzando el efecto glaseado.
Cítricos sobre cítricos, verdes sobre verdes, lechosos sobre lechosos. Notas que refuerzan otras notas con lo que el resultado final es un perfume aparentemente lineal pero lleno de matices para descubrir. Como un jardín.

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7 respuestas a Ninfeo Mio, la hesperia del este

  1. Stella dijo:

    Tus escritos me llevan a mundos desconocidos y me asombras. A Ruben Darío, uno de mis poetas favoritos le decían el jardinero de la hesperia.
    Hasta pronto.

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  2. Yo no se diferenciar tantas notas en los perfumes, para mi ninfeo mio es el verdor de estar bajo una higuera en verano. Me resulta maravilloso, solo que hay dias en los que le encuentro una nota punzante, no se que debe ser. Otro perfume de higo que me gusta es el de kielhs, este es realmente cremoso.
    Saludos,
    Pilar

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  3. Este perfume que comentas es el Ninfeo Mio femenino o el masculino?, no lo he probado, ni siquiera estoy seguro que esté diferenciado por sexos, pero en una web americana vi un frasco mas ornamentado para mujer y otro de líneas rectas para hombre. ¿es el mismo perfume?

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  4. Pingback: Perfumando a Anna Netrebko | En estado líquido

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