Violette Fumée, caligrafía olfativa

A veces en el primer contacto con un perfume ya sabemos que se trata de una gran obra de arte. Este es el caso de Violette Fumée. Se puede pensar que esto es debido a que, con la experiencia adquirida probando y probando composiciones, uno ya olfatea de entrada lo que es grande o muy grande de lo que no lo es. Puede ser.

Yo no voy a olvidar nunca en que lugar, a que hora y la sensación que tuve en la primera inhalación de Violette Fumée. Excelente, pensé, entre la satisfacción y un deje de melancolia- la muerte de Mona di Orio no me resulta fácil de aceptar. Volví a aspirar suavemente la fragancia. Maravilloso, y me sentí muy afortunada por poder disfrutar de ella.
Violette Fumée es, de alguna manera pero no exactamente, un perfume creado por encargo y para uso personal. Mona di Orio lo preparó para Jeroen Oude Sogtoen, su socio en la firma.

Al contrario de otras obras, en las que trabajó obedeciendo únicamente los dictados de su creatividad y conocimiento, esta fue un trabajo en el que la participación de Sogtoen fue importante y constante durante los dos años que empleó para su elaboración. La elección de las notas y ciertos efectos, basándose en los gustos y los recuerdos de su socio, dio por resultando en el conjunto de su obra, que es muy homogénea, una pieza que se desmarca del resto.

No me da la impresión de un perfume masculino o femenino, creo que está por encima de esta distinción.

Se inicia con lavanda, que le da un aspecto muy limpio y verde, y una suave bergamota, un punto cítrico pero no dominante. Por el fondo de esta salida se intuye un vago olor a humo algo denso y a salvia, y quízas tomillo. Pronto el aspecto verde de las violetas se va volviendo más intenso y aterciopelado, mostrando toda su suavidad y dulzura. Lo verde, el recuerdo a la hierba silvestre, una impresión de diáfana transparencia que caracteriza a esta nota, se vuelve más floral. Mona di Orio siempre representa el terciopelo en su calidad más sedosa y trabaja muy bien las texturas. Es frecuente en sus composiciones una nota polvorienta y en éste también está presente.

Los efectos ahumados, madera de gaiac, y azafrán cobran presencia con cierta sequedad un poco ácida, mientras se define la rosa de Damasco que realza la violeta, con la que comparte quimicamente algunas moléculas, y una nota ligeramente vinosa. Sí, violeta y rosa, humo, textura, siempre textura en los perfumes de di Orio. El cashmeran, un almizcle sintético, le da esta calidad de textura y profundidad. En este perfume en concreto vamos a encontrar siempre el matiz sobre la nota. Dando un paso más. Como en la regularidad de una caligrafía hayamos un trazo que nos muestra un detalle más, que descubre escondido en una curva una presión más leve dibujando un grosor menor o mayor, música en la linea.
En este momento el perfume parece una caricia. No hay disonancias, todo está en perfecta armonía. Lo ahumado se intensifica aumentando su presencia y parece entrar en un pequeño juego de fuerzas con las flores pero nada gana, ni nada pierde. Forman un conjunto de fuerzas equilibradas. Es cálido, sensual, entrañable. Es pura habilidad química.

El opoponax es una variedad de la mirra, más dulce, que casa muy bien con los notas de ante y tabaco, presentes en la composición, redondeando el conjunto, creando un acorde balsámico.
Los perfumes, como los sabores, como ciertas imágenes o músicas, pueden llevarnos a paisajes olvidados, a hacer un viaje hacia atrás.
A mi Violette Fumée me ha llevado a recordar como percibia ciertos olores cuando era una niña. A la visión que tenia de mi padre durante ciertos años de mi infancia. Y es que hay algo en él que me recuerda a mi padre.

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3 respuestas a Violette Fumée, caligrafía olfativa

  1. Hola,
    Hoy he recibido mis tres primeras muestras de mona di orio; rose, musc y vainille. Me parece increible como cambian estos perfumes, nunca habia probado un perfume que sea cuatro perfumes a la vez, por ejemplo, vainille en mi piel evoluciona hasta un vetiver muy marcado que no me emociona, y a las dos horas aparece una vainilla muy fina. Musc es sorprendente, aunque la evolución final me parece una nota un poco articifial, como a suavizante, y rose me gusta mucho. Me he quedado con las ganas de vioelta fumé, la proxima vez.
    Por cierto, si tu padre fuma tal vez es el olor a humo lo que te lo recuerda.

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    • Hola crazyalbinyana, me alegro que tu estreno con los MdO hayan ampliado tu experiencia en cuanto a la percepción del desarrollo de la evolución de un perfume. Para mi es la mejor perfumista de todos los que he probado, aunque me quedan muchas cosas por conocer, lo cual es una suerte.
      Gracias por comentar. E

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  2. Pingback: Perfumando a Anna Netrebko | En estado líquido

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